Toda la belleza herbórea que representa la oxigenación mas necesaria se manifiesta, pero aún así surge la adversativa. Prosigo, y una vez adentrada en el espesor que confunde mi naturaleza diviso nuevamente la bifurcación. Sonrío, y la decisión se convierte en un paso sobre otro...
Nuevo paisaje, contemplo belleza de nuevo. Abre bien los ojos y apriétame con firmeza la mano.
Juntos caminamos...
10, 9, 8, 7, 6, 5, 4, 3... y tres más que forman parte de un todo y un siempre...
Quisimos...